viernes, 14 de noviembre de 2014

Gallardismo

¿Cuál es la Ambición que posee Marcelo Gallardo?  ¿Acaso serán Riquezas? ¿Se trata de Poder? ¿Simplemente Laureles y Trofeos?
El Viernes 6 de Junio del corriente año, el ex jugador de River, hoy ya entrenador en carrera, firmó un contrato de un año y medio con el equipo que lo vio nacer futbolísticamente. A partir de este hecho, ha habido ciertas controversias por el rendimiento que pueda llegar a otorgar un director técnico de poca experiencia en el campo, ya que el club no se ubica en las mejores situaciones si destacamos, más allá de que es el último campeón del fútbol Argentino, que todavía posee una gran deuda que se arrastra de las anteriores gestiones dirigenciales, y que tuvo que funcionar de manera limitada en el mercado de pases. Sin embargo,  ante las pequeñas (no tan pequeñas) adversidades, al “muñeco”  no le tembló la voz cuando decidió colocarse el buzo de entrenador para estar a cargo del primer equipo de River Plate. Ya habiendo terminado el campeonato, con un nuevo laurel en la vidriera, y un mundial de descanso hasta el comienzo del nuevo torneo, pudo darse el lujo de imponer su propio estilo desde la pretemporada. No fue muy difícil notar que en ese período tuvo la intención de hacer hincapié en lo físico y lo grupal. Y aquí la sorpresa: la inclusión en el cuerpo técnico de Sandra Rossi, una psicóloga deportiva especializada proveniente de ÁCUMEN, un centro de entrenamiento físico mental.
Comenzado el controversial Torneo de Transición 2014 (el cual no tendrá descensos), y con las –simples- incorporaciones de Julio Chiarini (ex Instituto de Córdoba) y Leonardo Pisculichi (ex Argentinos Jrs.); River comenzó a mostrar que Ramón Díaz ya no era más el técnico. La mano del ex enganche se apreció rápidamente. A través de un clásico 4-3-1-2, fuerte presión en todas las zonas de la cancha, y un compañerismo notable entre los integrantes del plantel, el equipo comenzó a tener estilo propio. Un estilo Gallardista. Representativo de este, es su pujante y competitivo ímpetu por dominar los partidos y ser protagonistas. Característico por ser  agresivo e impetuoso, logró también recuperar personalidades apagadas, como el mismísimo Carlos Sánchez, quien tuvo un paso fugaz por el Puebla de México, y que hoy es una pieza fundamental en el intenso River Plate; o mismo generar un liderazgo fundamental en Pisculichi: Logró que pase de ser una incorporación, a un refuerzo; luego de otorgarle la responsabilidad que Marcelo poseía cuando le tocaba organizar el ataque junto a Francescoli y Salas.
Pero lo que más se puede rescatar es el funcionamiento colectivo de cada parte que hace andar a esta “maquinita”. Desde Barovero, hasta Teo. Desde Mercado hasta Vangioni. Desde Mora hasta Rojas. Una articulación grupal excelente debido a un trabajo no solo futbolístico, sino que también de mentalidad fuerte. Y mentalidad fuerte refiere a hechos, como la remontada de 8 partidos distintos, en donde el “millo” arrancó perdiendo, y luego pudo dar golpes claves para recuperarse. Es aquí donde también se ve el preciso trabajo de la Dra. Rossi. Gallardo, o mejor dicho, el “Gallardismo”, el nuevo estilo que se respira en el fútbol Argentino. Aquel que empezó a demostrar que en el ámbito local también se puede hacer buena letra con la pelota durante los 90 minutos reglamentarios. Aquel que va en contra de la –últimamente muy usada - doble línea de 4 para “cerrar un partido”; sino que se defiende atacando, presionando y haciendo más goles.

Luego de 23 partidos donde el actual River Plate no conocía la derrota, y haber caído de local ante un Estudiantes replegadísimo y en busca de puntos, debemos replantear la pregunta: ¿Es la ambición del entrenador millonario la búsqueda de coronas a cualquier costo? ¿O también habrá un deseo oculto de poder marcar un precedente futbolístico a nivel nacional? Tiempo al tiempo. Tiempo al Gallardismo.